Al cobijo de la imponente Peña Montañesa se alza majestuoso uno de los monumentos más relevantes de la historia de Aragón, declarado Bien de Interés Cultural, el Real Monasterio de San Victorián.
Sus orígenes se remontan a época visigoda, aunque hasta el siglo X no tiene presencia en documentación,
Durante siglos, este cenobio fue el centro político, económico, cultural y espiritual de un gran territorio, siendo protegido por reyes y papas, en sus diferentes épocas.
Un reciente estudio aqueologico saco a la luz restos de origen paleocristiano (siglo VI) los cuales pueden ser visitados actualmente, y en Siglo XII alcanzanzo la época de mayor esplendor del monasterio.
Según algunos expertos, se trata del Monasterio más antiguo de España.
Según se cuenta, Victorián nació en torno al año 480 en Italia en el siglo VI el joven Victorián llegó a Sobrarbe desde Italia atravesando los Pirineos, fijando su residencia en la Espelunga al abrigo de la Peña Montañesa. Allí vivió hasta que fue requerido como abad por los monjes del Monasterio de San Martín de Asán.
La tradición dice que, en Francia, una joven Maura se enamoró de Victorián, y le persiguió mucho tiempo anelando su compañía. Sin embargo, Victorián, huyendo de las tentaciones, cruzó los Pirineos y llegó a Sobrarbe. Maura siguió sus pasos hasta los pies de la cueva de la Espelunga, pero no consiguió ablandar la voluntad de Victorián.
Otra leyenda local cuenta que después de haber cruzado los Pirineos, Victorián pasó junto a un labrador que estaba sembrando mijo y le dijo: Soy Victorián. En nombre de Dios te pido que vuelvas mañana con tus segadores para cosechar el mijo que hoy siembras. Y si alguien pasa por aquí y te pregunta por mí, dile que pasé por aquí cuando estabas sembrando el mijo.
Al día siguiente Maura preguntó al campesino por San Victorián. Al conocer lo sucedido por boca del labrador, Maura comprendió que aquella siega milagrosa era una advertencia de Dios a sus vanos intentos. Y decidió retirarse a la soledad de la oración en un lugar no muy lejano que todavía hoy conserva su nombre la aldea de Santa Maura (Valle de Bardají).
Pero según parece, San Victorián nunca olvidó a Santa Maura, puesto que a la hora de su muerte, la llamó.
Altar Mayor: El retablo mayor de la iglesia del Monasterio puede visitarse en la Catedral de Barbastro.
Altares Menores: se pueden visitar en las iglesias y ermitas del municipio, como las de Oncins, Torrelisa, El Pueyo de Araguás, Araguás o Los Molinos y de otros pueblos de Sobrarbe como Latorrecilla y Guaso.
El coro de madera y verja: del Monasterio esta en la iglesia de Boltaña donde hoy puede visitarse.
Otros lugares vinculados a San Victorian pueden ser Fuensanta (Laspuña), La romería de los Langostos a la ermita de San Victorián ( Abizanda), La basílica de la Virgen de la Peña, (Graus) y La Espelunga ( Fosado) en el camino de esta se encontraba la «piedra de San Victorián», que Lucient Briet describe como el asiento del Santo. Y otros dicen que es la campana con la que llamaba a Santa Maura en la hora de su muerte.
Este conjunto fortificado a los pies de la Peña Montañesa, en la actualidad solo conserva alguna de sus estancias pero en este plano del monasterio elaborado por el arquitecto grausino Víctor Estradera en 1853, se puede ver todas las estancias de las que llego a constar el real monasterio en pleno esplendor, el recinto rodeado por un muro donde se ubicaba el palacio abacial, la iglesia el cementerio, el claustro , la hospedería, el refectorio , la biblioteca , los huertos , las plazas , otras varias dependencias , lo que nos da una idea de su magnituz e importancia.